Crónicas de los desarrolladores: Monstruos desafiantes

Crónicas de los desarrolladores: Monstruos desafiantes

Hola, mi nombre es Joe Shely.

Soy uno de los diseñadores del equipo de Diablo III y trabajo con contenidos y sistemas de experiencia de juego como las Fisuras superiores. Una de mis responsabilidades es lograr que los monstruos con los que peleas sean entretenidos y desafiantes. Hoy responderé a varias preguntas sobre los monstruos de las fisuras.

¡¿Lacuni en mi fisura de zombis?!

Para avanzar en una fisura, hay que saber lidiar con lo inesperado. Los zombis son lentos y predecibles, así que pelear con un grupo de zombis será bastante similar a pelear con los demás. Agregamos monstruos más agresivos como Lacuni y Súcubos para cambiar la dinámica de la batalla.

¿Qué significa “desafiante” exactamente?

Un monstruo desafiante tiene la capacidad de modificar tu comportamiento. Tomemos como ejemplo al Súcubo. Su ataque principal, Estrella sanguinaria, es un proyectil buscador bastante lento. Cuando estás inmerso en las Fisuras superiores, lo más probable es que no quieras recibir ese impacto, pero para evitarlo tal vez debas realizar alguna acción evasiva, como salir de su camino antes de que te alcance o aturdir al Súcubo cuando la veas preparada para lanzar.

Nos gustan los monstruos desafiantes. Hacen que el juego sea más interesante y permiten que las habilidades y poderes legendarios de tu personaje se luzcan. Es muy satisfactorio ver un Golpe ciclónico atraer a varios Súcubos, que luego caen víctima de Destello cegador antes de poder lanzar Estrella sanguinaria.

Claro que si estás jugando en un nivel de dificultad sencillo para tu personaje, puede que el Súcubo no te preocupe en absoluto. Y eso también está bien.

Los extremos nunca son buenos

Imagina que visitas un área y está repleta de Chamanes del Clan lunar, Exorcistas, Cazadoras Lacuni, Hechiceros del Clan sangriento y Súcubos. Qué desorden, ¿no? Aunque mezclamos monstruos de distintas áreas en las Fisuras superiores, somos muy cuidadosos a la hora de elegir la combinación. Una buena mezcla tiene algunas cosas que evitar, varios monstruos con ataques básicos y algún condimento especial con un enemigo poderoso o un monstruo con movimientos inusuales.

Es como una sopa de monstruos. Demasiados Lacuni en la olla arruinan el sabor.

Mmm, delicioso.

Además, si bien la habilidad característica de un monstruo puede hacer que la batalla sea desafiante, pasado cierto límite puede volverse frustrante. Cuando lanzamos Reaper of Souls, la armadura del Carroñero primordial no se destruía hasta que le habías quitado una buena parte de su salud, pero solo ciertos tipos de ataque podían atravesar la armadura e infligirle daño. No implementamos del todo bien el funcionamiento de esta mecánica, y algunas clases tenían problemas para acertarle al tipo de daño capaz de destruir la armadura. El monstruo no era desafiante ni entretenido porque no había pistas sobre lo que había que hacer o cómo lograrlo. Por eso en el parche 2.3.0, cambiamos la armadura para que se destruyera después de recibir cinco golpes. Como el momento de vulnerabilidad se revelaba con más consistencia, ahora era posible concentrarse en descargar los mejores golpes sobre el Carroñero después de destruir la armadura.

Siempre estamos buscando oportunidades para que la batalla contra los monstruos sea más entretenida y la victoria, más satisfactoria, todo sin afectar la experiencia de juego. Es algo que siempre tenemos en cuenta a la hora de diseñar monstruos nuevos.